Lo
humano
de lo
animal
homo sum,
humani nihilista a
me alienum
puto.
homo hómini
lupus
ab uno disce
omne
ti.
Respuestas categóricas que pretenden definir qué es el ser humano, desde una posición generalmente ontológica y/o ideológica que persiguen una esencia, las encontramos en los ámbitos teológicos.
mitológicos, filosóficos, retóricos, éticos y jurídicos. En otras perspectivas se sitúa la búsqueda científica del origen de la especie, tales como, históricas, biológicas, paleontológicas, antropológicas, genéticas, cognitivas y computacionales, pero no persiguen una esencia, sino una categorización que permite definir sólo los límites de la humanidad.
Es inobjetable que nuestra especie ha abandonado la dependencia de la naturaleza, para abrazar la dependencia de las herramientas, de la técnica, la tecnología es en parte, lo que nos ha convertido en humanos.
Ninguna otra especie lo había logrado hasta entonces y ninguna ha igualado nuestra habilidad para desarrollar complicados utensilios.
Ninguna otra especie lo había logrado hasta entonces y ninguna ha igualado nuestra habilidad para desarrollar complicados utensilios.
Lo cual ha sido sustentado por un lento proceso
evolutivo cognitivo, cuyo sustrato neuroquímico se asienta en las características morfo-funcionales del sistema nervioso central. El primer rasgo evidente es la enorme cantidad de circunvoluciones de la corteza cerebral y la obviedad de las mismas. Las circunvoluciones permiten que el cerebro humano tenga una mayor área de corteza cerebral y debemos entender que toda la actividad cerebral de alto nivel se desarrolla en la corteza, por tanto entre más corteza mayor capacidad de proceso. Otra característica evidente en el humano es el desarrollo del lóbulo frontal. Esta parte y en especifico la que los neurobiólogos llaman área de asociación, presenta un gran desarrollo, lo que da un aspecto redondeado a la parte delantera del cerebro humano.
El pensamiento metafórico, es otra de las particularidades de la especie humana, es antecedente del pensamiento simbólico, es decir el estado del pensamiento complejo que utiliza secuencias de símbolos para el proceso de la información La imaginación. Como un ensayo de la realidad, está presente en otros animales, pero limitada, pues se encuentra confinada por la dimensión
del tiempo. Nuestra capacidad de imaginación está muy desarrollada, lo que permite el manejo de una gran cantidad de variables y entre ellas, el tiempo. Brindando el fundamento central en nuestra búsqueda del sentido de vivir: la felicidad, que en su esencia, según Immanuel Kant: no es un ideal de la razón sino de la»
imaginación.»
La generación de un lenguaje Simbolos que refieren nuestro
Símbolos que refieren nuestro sistema de comunicación, es otra característica exclusivamente humana. Gracias a este mecanismo de transmisión de información, de nuestra experiencia no se reduce a una vida sino que puede integrar periodos más largos de tiempo, lo que la enriquece. El poder de esta transmisión de información es tal que
es capaz de alterar la conducta y creencias de una persona o una sociedad de manera contundente.
La cuestión de cuáles son las
Previsualizar
difer…….
…os hacen humanos
es bastante más compleja de definir.
Sin embargo, me permito plantear
a
continuación siete de estas, en referencia a nuestros parientes simiescos primates. Tengamos presente que cada una de estas características juegan un papel importante en «hacernos».
humanos
De hecho, podría ser que en la integración de estas características sea donde podamos encontrar nuestra humanidad.
La retención de la tasa de crecimiento neural después del nacimiento. A nivel celular, encontramos que no menos de sinapsis se forman por 30,000 segundo, en cada centímetro cuadrado en el córtex cerebral durante los cinco primeros años de
-vida. Investigadores-como-Stephen
Jay Gould, han afirmado que nosotros somos, esencialmente fetos extrauterinos por los primeros cinco años de nuestra vida.
Nuestra gestación actual sería de 21 meses si siguiéramos el patrón maduración de los simios. Ésta es probablemente la innovación evolutiva más notable dentro de los vivíparos, que nos hace humanos.
Esta característica nos permite el desarrollo de la inteligencia base fundamental para la generación de nuestras culturas; parafraseando a H.
Maturana: «somos seres históricos bio-culturales en un habitar humano que es presente continuo y cambiante».
El pulgar oponible.Agarra fuertemente y agarra con precisión.
La capacidad de oponer el pulgar es una característica de los primates.
Sin embargo, la oposición es más efectiva en la mano humana, por la gran longitud del pulgar humano. La mano humana es única en la habilidad de manipular herramientas.
Aunque, el uso de herramientas está Aunque, el uso de herramientas está ampliamente documentado en otros primates, la combinación de mano y cerebro han hecho del uso de la herramienta humana casi sinónimo con «ser humano».
Caminamos erectos. Nuestra forma de desplazamiento bípeda cambió la forma de nuestros huesos pélvicos y nuestras piernas. La pelvis humana es totalmente más corta, amplia y profunda que la de los otros primates y mamíferos en general. El hueso de
la pierna, el fémur forma un ángulo cerrado con la articulación de la rodilla. El dedo mayor del pie no puede oponerse, está alineado a los demás, lo cual es una adaptación a la marcha bípeda es table. Es tas adaptaciones al bipedalismo tienen un costo, entre otros dificultan el parto en los humanos. La estrecha cintura y la pelvis estrecha, combinada con la
reposición del sacro, estrechan significativamente el canal del parto.
Sin embargo, la postura bípeda permite tener las manos libres para el cuidado de las crías, la recolección del alimento, y la fabricación de herramientas. Pérdida relativa del pelaje Nosotros somos «El mono desnudo» descrito en 1967 por el zoólogo y etólogo inglés Desmond Morris. Dado que el pelaje es usado como aislante que permite mantener caliente el cuerpo. La reducción de pelo, la adición de grasa subcutánea, y los cambios en las glándulas sudoríparas podrían estar relacionadas con una termorregulación más eficiente que capacite a los humanos a mantener altos niveles de actividad por periodos más largos de tiempo sin sobrecalentarse. No sabemos exactamente que especie ancestral perdió el pelaje, dado que solamente perdió el pelaje, dado que solamente tenemos fósiles de la parte dura de nuestra anatomía, el esqueleto.
Características sexuales secundarias.
Comparativamente con las de los otros primates el pene humano es más largo que el de otros primates (esto incluye que es más largo que el del gorila o el orangután.) Es posible que el bipedalismo haya contribuido a este cambio, haciendo que el órgano masculino pudiese alcanzar la vagina de la hembra. También es de interés que este órgano reproductivo carece de algo que casi todos los otros machos primates (y todos los machos simios) tienen -un hueso peniano-. Este hueso a veces es llamado el os penis o báculo. El macho humano usa un sistema hidráulico de erección del tejido eréctil antes que tener un soporte interno de un hueso. Las hembras humanas se caracterizan por sus pechos voluminosos, un copioso flujo menstrual y por no tener una estación especial de ovulación. La ovulación no sólo está oculta a los machos (a diferencia de los otros primates, donde la ovulación se advierte por cambios físicos y de comportamiento en las hembras) sino también a las otras hembras.
Sociabilidad humana
No cabe la mi Previsualizar e que evolucionamos para ser parte de un grupo; como primates somos seres inherentemente sociales, esa es nuestra naturaleza. Nuestro cerebro ha evolucionado al interior de grupos sociales en el ámbito de los homínidos durante varios millones de años, determinando así nuestra necesidad de congregarnos, cooperar y comunicarnos con otros miembros de nuestra estirpe
Nuestro comportamiento social ha sido un tema de discusión desde los tiempos antiguos. El ser humano es un ser social, afirman casi todos los pensadores y no existe prácticamente ningún pensador occidental con algún grado de influencia que no haya tratado el tema, ya sea, a través de una definición del ser, de la naturaleza del alma o de la postulación de una ética o moral.
En la sociabilidad es elemental entender el rol de las emociones, al
respecto vale lā cită del añtröpólogo cognitivo Josep Maria Fericgla :»Las emociones deben entenderse como el campo básico sobre el cual se crea la red de conexiones y prácticas sociales que devienen en
en sistemas y contenidos culturales.
Las emociones son la matriz sobre la que se mueve la vida social, son tipos básicos de conductas relacionales sobre las que se da la comunicación».
Desde los tiempos de los sofistas se polemiza acerca de si el comportamiento social humano posee una esencia natural o convencional. Los postulantes de la naturaleza convencional de la sociabilidad establecen una dicotomía entre nuestra naturaleza y nuestra sociabilidad. Argumentan que la sociabilidad humana es la base de los atributos que nos separan de los animales, ya que ésta nos eleva de la brutalidad y la barbarie, estableciendo la instauración y el respeto de una ética o moral.
En todos los grupos primates-incluyendo a-Homo sapiens sapiens- el gregarismo es una estrategia biológica antigua, con una profunda raigambre evolutiva, queincluso está codificada genéticamente y expresada instintivamente, se robustece y madura en la convivencia social, brillantemente expresado por Carl Edward Sagan: «Alcanzamos una
cierta medida de madurez temible, a salvo a casa a nuestros hijos.» Capacidades de la conciencia. La conciencia y su significado es considerado uno de los grandes enigmas de la humanidad. Sin pretender definirla, conceptualmente en términos generales, reúne un enorme conjunto de percepciones, interpretaciones, sentimientos y pensamientos, que poseen los seres humanos en torno al medio que los rodea, así como también con su mundo interno.
La psicopatología plantea que la conciencia posee ciertas dimensiones y características.
Entre ellas se encuentra «la verticalidad», la que corresponde al grado de claridad de la conciencia, alerta o vigilancia. Por otra parte, «la horizontalidad» es aquella dimensión que guarda relación con la amplitud del campo de conciencia, además posee la característica de la reflexividad y la interioridad, la que hace alusión a la capacidad para distinguir entre el mundo interno el mundo externo.
Al finalizar vuestra lectura de la reflexión: Lo humano de lo animal, y sin pretender abarcar todoslos planos, niser concluyente, me permito plantear, que son las capacidades de la conciencia la base misma de la existencia y realidad humana.
«El hombre ignorante no es el iletrado, sino el que no se conoce a si mismo».
Krishnamurti
«Cada hombre es lo que hace con lo que hicieron de él». Jean Paul Sartre
«Tenemos una educación que en cierto modo le está robando a la gente su conciencia, su tiempo y su vida»
«. Claudio Naranjo.
En el contexto de mi trayectoria educacional al alero del sistema de educación pública chileno y de una experiencia de diecisiete años de docencia universitaria, en el ámbito de las ciencias de la salud humana, me permito compartir algunas reflexiones referidas a la educación, la cual no es un mero asunto de adiestrar la mente.
El actual modelo social post moderno de libre mercado global, es el principal promotor del consumismo impulsado por el miedo, y no de promover la felicidad de los seres humanos, para lo cual, además de utilizar los poderosos medios de comunicación, ha puesto sus intereses en distorsionar egoístamente la educación convencional, en cuanto a ser uno de los procesos profundamente transformantes de la conducta; replicando como si estuviéramos utilizando un molde, un tipo de ser humano cuyo interés principal es encontrar seguridad, llegar a ser alguien importante o divertirse, eludiendo la más mínima reflexión e impidiendo el pensar independiente; este amoldamiento no sólo nos condena a la mediocridad, sino también a la pasividad e indiferencia. Fenomenología que ha generado un modo de convivir, al cual he denominado «la sociedad de las 3 i», que en lo cotidiano se vierte en inmediatez que no respeta los procesos, indiferencia con nuestro entorno e insensatez con una pérdida del sentido en lo cotidiano.
Ser diferente del grupo o resistir el entorno no es fácil, en tanto rindamos culto al éxito. El impulso de triunfar, en el mundo material o el anhelo de poder, pone fin a la espontaneidad y engendra miedo; el cual bloquea la inteligente comprensión de la vida, que llega con el conocimiento propio, mediante la percepción de nuestro propio pensar y sentir. Cuando asumimos la experiencia tal como se presenta y no evitamos las perturbaciones, sólo entonces, mantenemos la inteligencia altamente despierta, que es discernimiento directo, como la única guía verdadera en la vida, para conocer el significado de la vida y el para qué vivimos.
Si se nos educa tan sólo para logral Previsualizar ocial, para obtener un empleo mejor, para ejercer un dominio más amplio sobre los demás, para ser científicos, eruditos apegados a los libros, o especialistas adictos al conocimiento, estaremos contribuyendo a la destrucción y a la desdicha del mundo. Si bien existe un significado más elevado y vasto de la vida, poco valor tiene nuestra educación si no nos ayuda a descubrirlo. Podemos ser sumamente educados, pero si no hay en nosotros una integración profunda de pensamiento y de sentimiento, nuestras vidas serán incompletas, contradictorias, y se hallaran atormentadas por múltiples temores.
Ciertamente, el conocimiento que intentamos transmitir no tiene ningún valor si continuamos en esta confusión, y tampoco tiene significado inteligente adquirir capacidades técnicas, si las usamos competitivamente para destruirnos. Ningún sentido tiene nuestra existencia si ella nos conduce a la violencia y a la completa infelicidad, impidiendo averiguar el significado del vivir. Comprender la vida es comprendernos a nosotros mismos, y eso es tanto el principio como el fin de la educación, ya que dentro de cada uno de nosotros esta reunida la totalidad de la existencia.
Hace unos dos mil quinientos años, el Buda contaba la historia de unos ciegos que se hacían una idea de lo que era un elefante de acuerdo con la parte que tocaban de él, comparándolo uno a una palmera, otro a una cuerda, otro a un abanico, etc., según sus manos exploraran una pata, la cola, una oreja, u otras partes del animal.
Esta historia, recogida más tarde por los sufies, se ha hecho particularmente popular hoy en día, y con razón, pues expresa el florecimiento en el espíritu de nuestro tiempo de una comprensión cada vez más generalizada de que el todo es, efectivamente, algo más que la suma de sus diversas partes.
Este cambio de perspectiva sobre el mundo es sin duda reflejo de un proceso vivo: si en el ámbito intelectual estamos en una época de holismo, en términos más generales puede decirse que estamos en una era de síntesis. No sólo nos hemos vuelto más interdisciplinarios, más ecuménicos, más interculturales, sino que cada vez más vamos sintiendo la necesidad de tornarnos en personas completas en un mundo unificado.
Para dar origen a la educación para la vida, es obvio que debemos comprender el significado de la vida como una totalidad, y para eso tenemos que ser capaces de pensar, no mediáticamente, sino de manera directa y veraz. Un pensador mediático es irreflexivo, pues se ajusta a un modelo, repite frases y piensa conforme a una rutina sesgada y egoísta, reflejando sólo la intención de gobiernos, religiones organizadas, partidos políticos y conglomerados económicos. El objeto de la educación es crear seres humanos integrados y, por lo tanto, inteligentes. Una persona que no ha estudiado puede ser más inteligente que una erudita. La inteligencia es la capacidad de percibir lo esencial, lo que es; y la educación consiste en despertar esta capacidad en uno mismo y en los demás.
La educación debe ayudarnos a descubrir valores auténticos y perdurables, debe ayudarnos a derribar nuestras barreras nacionales y sociales en vez de acentuarlas, porque las fronteras, cualquiera que sea su género, engendran antagonismo entre los seres humanos. Desgraciadamente, el sistema actual de educación nos vuelve serviles, mecánicos y profundamente irreflexivos.
Aunque nos despierta intelectualmente, en lo interno nos deja incompletos, atontados y faltos de creatividad.
El propósito de la educación no es producir meros eruditos, técnicos y buscadores de empleos, sino seres humanos integrados y libres del miedo; porque únicamente entre seres humanos así puede haber paz duradera, basada en las confianzas,
fundamentales para fortalecer el capital social, la verdadera riqueza de los pueblos. En tal sentido, plantear la educación como un bien de consumo, no es sólo un error de conceptos e intenciones económicas egoístas, sino evidencia un extravío del fundamento que le otorga sentido a todo proceso educacional, que debe ser siempre un bien social inclusivo.
En la comprensión de nosotros mismos, el miedo llega a su fin. Si el ser humano ha de fluir en la vida de instante en instante, si tiene que asumir sus complicaciones, sus desdichas y exigencias repentinas, debe ser infinitamente flexible y, por lo tanto, debe estar libre de dogmas y de patrones particulares de pensamiento.
De nada sirve que aprendamos si en el proceso del vivir nos destruimos a nosotros mismos. Observando a nuestro alrededor es evidente que hay algo radicalmente erróneo en el modo como educamos a nuestros hijos.
Los sistemas, ya sean educativos o políticos, no cambian por arte de magia; se transforman cuando hay un cambio fundamental en nosotros. Lo que tiene importancia básica es el ser humano, no el sistema; y mientras el ser humano no comprenda la totalidad de sí mismo, en cuanto a ¿qué nos hace humanos?, por si solos ningún sistema político, social y/o religioso, podrá traer armonía y paz a nuestro mundo.
Dr. Oscar Venegas Rojas.
oscarvenegasr@gmail.com
Director Médico
Centro ISCAR
Concepción, Chile